Nos alojamos con otro matrimonio durante dos noches en este alojamiento, nuestras experiencias son coincidentes, el desayuno y la cena las hicimos en el Hotel los dos días y nos sorprendió la buena y exquisita cocina que nos regaló la cocinera Natacha, el personal amable y eficiente te hace sentir como si estuvieses en tu propia casa.
Estuvimos alojados con nuestras mascotas a quienes recibieron con enorme calidez dos bellísimos y bien educados perros que tiene el hotel.
Volveremos pronto sin duda alguna
LOBOMAYOR