El Balcón de las nieves

Te hacen sentir como en casa desde que llegar. Tanto Natacha como Celia son encantadoras, siempre dispuestas a ayudar y hacerte la estancia mucho mas agradable. La cama comodísima, las vistas desde la habitación inmejorables. Tanto los desayunos como la cena muy ricos, a destacar el yogur casero que a mi hijo le encantó. Y mención especial merecen Logan y Duna que son todo amor y han hecho que sean unos días inolvidables para mi hijo pequeño. Estamos deseando volver

Rosana